A diferencia de la hipnosis tradicional, el enfoque de Erickson es natural, indirecto y profundamente respetuoso con la individualidad del paciente. Para Erickson, la hipnosis no es un estado impuesto, sino una experiencia que surge de forma espontánea cuando el terapeuta sabe cómo acceder a los recursos inconscientes del paciente. Esta visión rompe con la idea clásica de sugestión directa y abre la puerta a un enfoque más creativo, conversacional y personalizado.
El libro explica en detalle las técnicas principales de la hipnosis ericksoniana, incluyendo el uso de metáforas, el lenguaje indirecto, las confusiones estratégicas, las anécdotas terapéuticas, y la habilidad de utilizar cualquier comportamiento del paciente como una vía para generar cambio. También se destaca la importancia de la observación minuciosa, la empatía profunda y el respeto absoluto por el ritmo interno de cada persona.
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